En febrero, finalizó el proceso de la creación de la Cooperativa de los Productores de Cerveza y han comenzado a gestar nuevas iniciativas. Les pedimos a Richard Femenías, maestro cervecero de cervecería Ayelenko y presidente de la cooperativa, junto a Rafael Ortiz, tesorero de la organización y maestro cervecero de Crociato. Ellos nos contaron cómo ha sido este proceso, sus nuevos proyectos y lo que esperan lograr de esta cooperativa.
¿Cómo se formalizó la Cooperativa de Productores de Cerveza?
El proceso de formalización empezó el año pasado, fue muy largo, hubo muchos reparos. Porque la cooperativa sigue siendo una empresa para todo lo que es legal. Tiene que inscribirse en el Conservador de Bienes Raíces, y en Ministerio de Economía como tal, el proceso es muy riguroso en la revisión de los estatutos en la que nos hicieron varios reparos, hasta que quedamos inscritos.
¿Cómo cooperativa, cuáles son los nuevos proyectos que se vienen?
Dentro de nuestros planes a corto plazo, queremos enfocarnos en los eventos que contribuyen a mover este mercado. Tomamos conciencia que nosotros podemos y tenemos la capacidad para poder producir eventos a mayor escala enfocados en otros principios. Y que la gente disfrute el evento y que los productores sean los mismos expositores. De esa forma todos ganamos dentro del marco del negocio.
Muchas veces, los productores de eventos son los que se llevan la mayor parte de las ganancias y no los productores de cerveza. Así que registramos una marca, que se llama Beer Club, que está destinada tanto al mundo de eventos como a una marca propia de cerveza, es la cerveza que vamos a lanzar como cooperativa.
Además, tenemos dos grandes líneas a mediano y largo plazo. A mediano plazo, la meta es la producción de un evento un poco más grande para difundir y disfrutar de la cultura cervecera y con los intereses propio de cada cervecería. A largo plazo, es agruparnos con otras cooperativas de trabajo, asociaciones gremiales, con otros organismos que estén funcionado en el rubro de las cervecerías para poder crear en un futuro una federación cervecera, que logre un cambio en la legislación que nos rige.
¿Piensan hacer este gran evento que se proponen como cooperativa más alejado del centro de Santiago?
Sí, la idea es que sea fuera del anillo de Vespucio. Estamos viendo algunos lugares, cómo lo vamos a hacer, pero esperamos llevarlo a cabo la próxima temporada cervecera. Este es el impulso de hacer un Beer Club más grande, que sea una entrada acorde al bolsillo, que no haya grandes bandas musicales, para que la gente vaya a disfrutar exclusivamente de la cerveza. La idea es hacer un encuentro entre los productores de cerveza y los amantes de la cerveza. Que la gente vaya y converse con el maestro cervecero, que conozcan la cerveza.
¿Qué buscan lograr con la cooperativa?
Empezamos por fijar los puntos que considerábamos claves. Entre ellos, reunirnos para cambiar la legislación antigua, que no se adapta al contexto en el que estamos los productores de cerveza artesanal. En el fondo estamos regidos por la misma ley que rige a los grandes productores, como CCU, pero el nivel de producción de un maestro cervecero artesanal y el cliente al que estamos enfocado es distinto.
Actualmente, no contamos con una legislación que tienda la mano al maestro cervecero como un emprendimiento. Por ejemplo, el tema de los impuestos, nos corresponden impuestos altísimos, al momento de vender un producto cervecero es el 39,5% sobre el valor neto que tienes que entregar, que es el impuesto específico al alcohol más el IVA. Por lo que vender nuestros productos también es mucho más caro, comprar la materia prima también es carísimo.
A partir de ello planteamos las principales líneas de lo que pueda desarrollar la cooperativa, por ejemplo, la compra en conjunto de insumos, lo que reduce los costos sin necesidad de sacrificar la calidad de nuestra cerveza, nos ayuda a obtener mejores precios y poder competir de manera más justa con las grandes cervecerías.