Pablo Valenzuela y Gonzalo Castro son dos vecinos de Maipú que decidieron colgar la corbata y emprender en el mundo cervecero. Modificaron una trimoto italiana al estilo foodtruck, pero con 4 líneas de schop disponibles. En cada detalle, hay una historia de amistad, familia y camaradería.
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A Pablo Valenzuela y Gonzalo Castro los une una amistad de 10 años, pero por distintas razones se dejaron de ver por un tiempo. Hace 2 años, se encontraron en la micro y quedaron en ir a tomarse un schop. De ahí, nació la costumbre de tomar más cerveza juntos. En estos encuentros, ambos se dieron cuenta que tenían la aspiración de tener su propio negocio. 

Valenzuela, nutricionista de profesión, se aburrió de usar corbata, delantal blanco y del horario laboral rutinario. Su idea era abrir algo en el centro, de lo que fuera. Conocía mucho de cervezas, a nivel más técnico. “Me encontré con que podía hacer cerveza en la casa. Siempre supe que uno tenía que aprender lo más posible, estudié en el Instituto Cervezas de América, he tomado cursos en diversos lados”, dice. En ese camino, se unió a la Asociación de Cerveceros Caseros de Chile, Chilebruers.

Castro, arquitecto y profesor, trabajaba en el centro y se arrancaba en su horario de colación para ayudar en la búsqueda de arriendos. “Yo era más bien un entusiasta de tomar cerveza, el barcito en la casa siempre fue el lugar de reunión de la familia, así es que el gusto siempre estuvo”, comenta. 

Quisieron abrir un bar, pero se dieron cuenta que la inversión era muy alta. En ese contexto, entendieron que no tenían los recursos suficientes. Caminando por La Moneda y alrededores, notaron el éxito de los foodtrucks.

“Ahí dijimos ok, esto es, un servicio de cerveza itinerante. Decidimos transformar una trimoto italiana en la mejor barra móvil de Chile, con el valor agregado de potenciar la cerveza local. La birra es mucho más que una bebida, es cultura. Es familia, amigos, celebración, camaradería. El mundo cervecero es muy colaborativo entre sí, entonces la idea no fue sólo hacer un negocio, sino también formar parte de este movimiento para impulsar la chela nacional”, afirman. 

Gonzalo y Pablo junto a su moto-emprendimiento (Foto: Cabrini Birra)

¿Por qué Cabrini?

Una de nuestras familias es de apellido Cabrini. Costó llegar a un nombre, hicimos el ejercicio de decir qué era la cerveza para nosotros: amigos, familia, reunión, buena onda, camaradería. Por ahí, llegamos al concepto de familia. Sabíamos que era complicado etiquetar la marca con un apellido, pero creemos que la sociedad funciona en torno a la unión mínima que es la familia. 

Y Birra, es por el concepto italiano de la tradición. Ahí aparece el abuelo de Pablo, italiano, que en algún momento fue empresario y elaboró vino y cerveza también, hay todo un legado. Entonces decidimos rescatar esa herencia. 

¿Qué representa el motor en este proyecto?

El motor es el corazón de nuestro emprendimiento. Podríamos haber trabajado con un vehículo chino, pero decidimos comprar esta marca, Piaggio, justamente por este tema de la herencia. Hablando de la moto en sí, queríamos tener algo tradicional, estilo retro. Motor italiano, cerveza nacional, esa es nuestra propuesta. Fue diseñada post guerra mundial para transportar alimentos, persigue algo similar a lo que buscamos. Es un motor de 500 cc, supér económico, 50 km por litro, diesel. 

¿Cómo fue el proceso de modificación de la moto?

Aislamos completamente el interior del vehículo, para evitar el sobrecalentamiento. Lo equipamos con uno de los mejores coolers en el mercado hoy en día, que soporta hielo hasta 9 días. De esta manera evitamos el posible shock térmico que pudiese sufrir la cerveza, logrando su salida a una temperatura adecuada. En todo este proceso hubo complejidad, entretención, harta ingeniería sobretodo. Mezclamos los conocimientos cerveceros de Pablo y los de soldador y mecánico de Gonzalo, quien los heredó por parte de su abuelo. Lo mismo que puedes encontrar en un bar, lo encuentras en nuestra moto, en formato reducido. 

Nos interesa el diseño, detalles, es lo que queremos traducir en cada servicio. Queremos posicionarnos como un referente nacional en términos de banquetería cervecera. La cerveza que te vamos a vender será la mejor que acompañará tu evento, ya sea por las comidas que vas a tener, tipo de invitados, etc. Si la instancia es un tercer tiempo futbolero, no te vamos a ofrecer lo mismo que para un matrimonio donde puedes beberla durante la cena, lo mismo para una actividad vegana, son distintas cosas. 

(Foto: Cabrini Birra)

¿Por qué decidieron trabajar con cervezas nacionales?

Estamos abiertos a trabajar con pequeñas cervecerías, siempre apostando a la calidad del producto y a la innovación también. Hoy tenemos una producción nacional de muy buen nivel y queremos difundir esta cultura cervecera. 

El estreno en sociedad fue en el aniversario de Chilebruers, cuéntenme sobre su primera experiencia de servicio.

Hablamos con ellos y les dijimos: ustedes lleven cerveza, nosotros llevamos la motito. Era nuestra primera prueba in situ. Les gustó la idea, así que fuimos. El evento se realizó en el ex Intercomunal de La Reina. Atravesamos Santiago y en cada esquina la gente giraba la cabeza, se sorprendían. Fue súper bonito, prácticamente un parto, 9 meses esperando que nuestro emprendimiento naciera. Quisimos que el primer público fuera exigente, cerveceros. La gente se asombró al vernos llegar, es una escena muy particular. Los comentarios fueron muy positivos y terminamos sirviendo 80 litros en 6 horas.

Cabrini Birra: precios por hora y en base a cotizaciones. Pueden comunicarse con ellos a través del correo salud@cabrinibirra.cl, por Instagram: cabrini_birra y al link de Whatsapp en su perfil.