Instalada en la comuna de La Florida, Cervecería Walüng nace de una inquietud emprendedora. Sus dueños, Elías Jofré y Carolina Letelier, empezaron con un vivero de plantas, jardín al que se dedicaron por un tiempo hasta que conocieron el mundo de la cerveza artesanal.
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Diez años atrás probaron un cerveza, que no era la típica lager industrial. En una fiesta cervecera se encontraron con un amigo de Carolina Letelier que era homebrewer. Le pidieron el contacto y aprendieron a hacer cerveza. Partieron con 20 litros, probando, experimentando.

Pasó el tiempo y decidieron tomarse en serio el tema. Tenían un espacio en el garage de la casa. De ahí subieron a 250 litros de producción. Se capacitaron profesionalmente, en términos de elaboración y calidad. 

“La cerveza se transforma en un estilo de vida, giras en torno a ella”, dice Elías Jofré, socio de Cervecería Walüng. 

Después de siete años de funcionamiento, hace dos meses se cambiaron de planta para aumentar aún más su capacidad productiva. Lo que ellos denominaron su propio estallido social. 

“La idea es abrir el espacio como opción cultural, cabildos, un domingo de barbería, ferias de foodtrucks, por ahí va la proyección. Hacer talleres experimentales con enfoque a nuevas cervezas, incorporar la madera, barricas”, afirman. 

Comunibeer visitó las instalaciones de Walüng y conversó con sus dueños, quienes profundizaron en su concepto como cervecería independiente y el modelo de negocios que utilizan.

¿Por qué Walüng? ¿De dónde proviene la palabra? 

Quisimos hacer un rescate lingüístico del mapudungún. Significa verano, tiempo de cosecha, abundancia. Nos gustó para el jardín y decidimos mantenerlo para la cervecería. 

¿Pretenden algún día profundizar ese concepto cultural?

Una vez en colaboración con Trüf hicimos una cerveza que se llamaba Furia Mapuche, en la cual tratamos de hacer una cerveza 100% chilena, implementando el uso de levaduras salvajes. Gracias a Kayta, a través de Felipe Castro, biotecnólogo de la Universidad de Chile, accedimos a una levadura para que experimentar. Era nativa de las viñas de Cauquenes. Ocupamos maltas patagonas y en vez de lúpulo ocupamos el Canelo, árbol histórico del pueblo mapuche que le dio amargor a la cerveza en este caso. Había un aroma sureño impregnado en la cerveza, estilo Strong Ale. Tenía Merkén también, proveniente de Temuco. La idea es retomar ese proyecto algún día, incorporando productos originarios. 

Hace un tiempo elaboraron una cerveza añejada en barricas, Dionisio ¿Cómo fue ese proceso?  

Fabián Lara, que lo consideramos uno de nuestros mentores, nos metió en el mundo de las Grape Ale, combinación de uva con recetas cerveceras. No es hacer un blend con Pipeño por ejemplo, tiene todo un desarrollo detrás. Con un amigo homebrewer conseguimos uva de la cepa Carmenere. Ocupamos una base belga de una Strong Ale, trajimos una barrica de la viña Undurraga, de roble francés, donde maduró vino Carmenere también. Obtuvimos como resultado una cerveza bien alcohólica, 10 grados y menos de 10 ibu de amargor. Ese fue el primer intento. 

¿Qué estilos producen en la actualidad?

Vienna Blonde, Scottish, Porter, IPA. Esta última en particular, Addict IPA, le va bastante bien. Amber Ale, Hefeweizen, entre otras.

Igual escuchamos a nuestros seguidores, si llegan recomendaciones tratamos de cumplirles con los estilos que nos piden, siempre apostando a la innovación. 

¿Por qué ponen énfasis en ser una cervecería independiente?

Abrimos la planta a la gente los fines de semana, viernes y sábados. La gente viene a llenar growlers, pero no queremos transformar la planta en un bar. No estamos en búsqueda de la masividad. Pocos litros, pero buenos. Y en bares especializados de cerveza artesanal. 

Dejamos de ir a fiestas de cerveza. No formamos parte de eso. No es nuestro foco. Todos te dicen que es para potenciar tu marca, mentira. No es nuestro público. Sí participamos de eventos culturales, del municipio, instancias que potencien el movimiento artesanal. Potenciar la cerveza de barrio, en este caso en La Florida. Tenemos una Kombi acondicionada para trasladarnos en esas instancias.

¿Qué los caracteriza?

Nos preocupamos de darle seguimiento a los locales donde ponemos nuestras cervezas, revisamos la mantención de la cadena de frío y ponemos nuestros propios equipos. Hemos buscado posicionarnos en lugares que están en búsqueda de incursionar en el mundo cervecero artesanal, restaurantes por ejemplo. Los schops son exclusividad de Walüng, pero pueden tener botellas de otras cervecerías. 

También estamos en bares alrededor de Santiago y en Concepción, en La Pinta CCP. 

Estuvieron presentes el fin de semana pasado en la Expo Craft Beer, ¿sensaciones?

Llevamos una cerveza experimental, Frambuesa Salvaje. Cerveza Sour, de 3,8 grados de alcohol, liviana, acidificada con lactobacilos, 0 ibu de amargor. Adición de frambuesa fresca, de gran tomabilidad. En tres horas se acabó, fue un buen resultado. Hemos notado que la gente está abierta a probar estos estilos que escapan de lo tradicional. Hay que atreverse y abrir la mente en Chile, expandir la cultura cervecera.

Dirección: Uruguay 9041-B, La Florida, Santiago. Debido a la contingencia, durante la cuarentena están funcionando vía delivery. Para mayor información comunicarse al Whatsapp +56997420111.