Nickole Pizarro es diseñadora, fotógrafa de Brotherwood y destacada ilustradora. En el mundo cervecero es conocida por su seudónimo Hardniko y así la puedes encontrar en redes sociales. Una joven diseñadora que se ha potenciado desde distintas aristas del arte y ha logrado posicionarse en el mundo de la cerveza artesanal, además de cursar sus estudios de Cicerone: Certified Beer Server.
Entre sus trabajos destacan etiquetas de Cervecería Hathor (Faraona edición aniversario) y Alameda Beer Co. (Melvin). Logos como el de Cervecería Vericcio y Brotherwood. También ha rediseñado las etiquetas de Cerveza Ñawe y menús en paredes de del bar Intrinsical, la imagen de la cerveza Apasionade de Tübinger y hasta un mural para la Expo Beer & Wine que se realizó el 2019.
Sus diseños son innovadores y contemporáneos, con un particular estilo que combina las técnicas de lettering junto a su conocimiento en arte, diseño y multimedia. Comunibeer conversó con Nickole, reflexionando sobre lo importante que es el diseño en una cervecería, cómo potenciarlo en fotos y sacar provecho a las herramientas visuales en el mundo cervecero.
¿Cuál es la importancia del diseño en el mundo de la cervecería artesanal?
Las personas que no conocen una cervecería artesanal nueva, no saben cómo es la cerveza y lo primero que van a ver es todo lo visual, por lo que tiene que llamar la atención. Eso va a llamar a que prueben tu cerveza. Las cervecerías más antiguas no se preocupan tanto de la imagen porque ya son conocidas, ya tienen su mundo y todos saben que son buenas. En ese sentido, uno podría pensar que no importa tanto la etiqueta, pero sí importa, porque las personas están compartiéndola por redes sociales. Todo se comparte por fotos y nos comunicamos por medio de pantallas. Hoy en día, todo es visual.
¿ Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo de la cerveza?
Yo empecé aprendiendo con mis amigos. El 2013, un amigo me llevó a lo que en ese entonces era Loom, cervecería artesanal. Ahí conocí a Nicolás Castro. Lo conozco hace muchos años, cuando el Nico recién empezó con Brotherwood. Yo iba a las catas de Brotherwood para aprender y así nos mantuvimos como amigos. Hasta que hace un par de años me pidió que le sacara fotos a una cata. Luego, me pidió que diseñara para Brotherwood y desde ahí no paramos. Ahora hago todos los flyers, merchandising y le saco las fotos. Siempre me da mucha libertad para trabajar, pero conversamos los proyectos y funcionamos muy bien como equipo. Lo paso muy bien y aprendo mucho, de hecho en lo que mejor me fue en Cicerone fue en estilos.
¿Podrías definir tu propio sello al diseñar?
No, sé que tengo un sello propio, pero no sabría cómo ponerlo en palabras. Sí me han dicho que les gusta mi trabajo porque puedo hacer muchas cosas. Me consideran más versátil. Ahora estoy en un estilo más retro, que me gusta mucho, casi como si fueran tatuajes o stickers. De trazos gruesos, pero no siempre puedo hacerlos todo iguales.
A veces hay cervecerías que piden mis trabajos, pero no siempre tengo tiempo y siempre recomiendo al @Efnart. Somos muy amigos y es un diseñador que he seguido desde hace mucho tiempo. Encuentro que él por ejemplo, tiene un estilo muy definido.

¿Cómo empezaste a conocer en profundidad el mundo de los estilos de cerveza?
A veces iba a ver las limpiezas de líneas del Honesto Mike. Aprendí a pinchar y despinchar. Muchas cosas del mundo de la cerveza las aprendí viendo y relacionándome con gente del mundo de la cerveza. Alrededor del 2015 empecé a conocer más de ella, a ser más consciente de lo que estaba tomando. Comencé a saber de los estilos, a probar, compraba algunas variedades de cervezas, como las IPAS y hacía catas a ciegas, casi como un juego. Me acuerdo que la primera Sour que probé fue una Anderson Valley Brewing y me enamoré del estilo. Después empecé a ver que habían clases, pero nunca lo pensé como una obligación. Quería que fuera un hobby.
Mi pareja me ha acompañado en esta experiencia constante de experimentar y probar nuevas cervezas, siempre a la par. Ahora comenzamos a viajar para visitar cervecerías, conocer a los maestros cerveceros del extranjero y traernos cargamentos de cerveza y cristalería. En ese sentido, la cerveza es uno de los lujos que me doy. A veces leo el BJCP mientras tomo cerveza.
Ahora estoy estudiando, pero es algo que siento que necesito, algo que me debo a mí misma. Lamentablemente, nadie te toma en serio. Sobretodo si eres mujer, si no tienes un reconocimiento. Hay gente que no te valora aunque tu trabajo destaque en el mundo de la cerveza. Para ellos, si no tienes un reconocimiento, no sabes nada. Eso es horrible porque debería haber una lógica de colaboración.
¿Ves el mundo de la cerveza desde una mirada mucho más feminista?
Sí, de hecho las mujeres que saben mucho de cerveza son súper pocas. Aún así, siento que hacia algunas sienten como un tipo de rivalidad. No todos, hay gente que me ha enseñado muchas cosas y me han ayudado a aprender. Hasta el día de hoy son los más humildes, personas que tienen muchos certificados, pero que han estudiado por una iniciativa propia. Si vas a estudiar sobre cerveza porque quieres saber más y además lo compartes de forma bondadosa, me parece destacable.
De hecho, antes de que existiera la Comunidad de Mujeres Cerveceras, hicimos una cerveza Porter con café y se llamaba Femme Fatal, con la Vero de Cervecería Vericcio en el Depósito Zapata. Sólo cocinamos las mujeres. También he hecho cerveza con mis amigos, cuando queremos experimentar. Y un par de veces con Peter Summer.
En tu instagram tienes dos palabras que me parece que definen muy bien tu cuenta, cervezas y viajes. ¿Te ves como una influencer de la cerveza?
Todos mis amigos me lo comentan y hacen bromas al respecto. No me gusta esa categoría, pero se desarrolla un perfil, un estilo de vida relacionado a la cerveza y a los viajes. Mi vida es en torno a la cerveza, porque mi tercer trabajo es mi Instagram. Yo ahí no subo cualquier cosa. Siempre pienso todo lo que voy a subir.
Cuando no conoces una cerveza tu primer acercamiento es lo que ves. Yo pruebo una cerveza y al menos tres amigos la compraron, otros me preguntan dónde comprarla. Si viajo, pasa lo mismo. Me preguntan dónde ir, cervecerías y bares para recorrer y conocer nuevos lugares.
Ahora estoy subiendo las cervezas que voy probando, las cosas que encuentro, lugares que visito. Aún me falta mucho contenido por subir. Siempre estoy buscando cosas nuevas, una cerveza nueva, un lugar nuevo. Me gusta mostrar un estilo de vida diferente en el mundo de la cerveza. Me aburre un poco la monotonía, siempre quiero hacer algo diferente.

¿Tu experiencia en el extranjero te ha servido como retroalimentación al momento de diseñar para cervecerías artesanales en Chile?
Sí, aunque yo siento que aquí somos muy cuadrados. Afuera hay una libertad de diseño increíble, el diseñador dentro de las marcas de cervecería tiene mucha autonomía, diseñan cosas locas que a veces uno no entiende, pero se ven impresionantes. No todo debe tener un porqué en el diseño de la cerveza. Para mí, sólo debe demostrar que la cervecería tiene una personalidad propia. Aunque sean sólo rayas, el diseño refleja la personalidad de quienes están tras la cervecería.
Por ejemplo: Omnipollo. Todas sus cervezas son raras, todas nacieron a partir de la experimentación, nunca vas a encontrar un estilo básico o cuadrado dentro de sus cervezas y sus diseños también son así. Eso es algo que veo en muchas cervecerías de afuera.
¿Algún consejo para alguien que quiera emprender o entrar en el diseño dirigido hacia las cervecerías?
Probar, probar muchas cervezas. Además, siempre estar viendo como referentes otras cervecerías con buen diseño, páginas de cervezas, revistas de cervezas. Ver y empezar a diseñar, quizás a algún amigo que esté haciendo cerveza, probar haciéndole un logo. Yo fui aprendiendo en el camino, sabía un poco, pero siempre hay que estar atento y consciente de lo que se está haciendo en tu país. Quién está diseñando tiene que hacer su investigación de lo que hay. Ningún diseño es original, pero sí puede ser diferente, tener su propio sello. Uno puede usar referentes, pero no copiar un diseño ajeno.